El restaurante ha ganado reconocimiento a nivel internacional por su propuesta en la preparación de carnes a las brasas con una aproximación desde la alta cocina. La sede original en Lima ocupa el puesto 33 en el listado de los 50 Best de Latinoamérica, perteneciendo a este listado por 9 años consecutivos, mientras que la filial en São Paulo ha sido incluida en la Guía Michelin en su segundo año de funcionamiento, reafirmando su posición en la élite culinaria.
La nueva sede en Bogotá mantendrá estos altos estándares y ofrecer una experiencia gastronómica de calidad. Para ello, la operación de la sede de Bogotá será liderada por Diego Arciniega, chef ejecutivo de la marca y que ha sido parte del equipo de Osso durante la última década. Con su vasta experiencia y pasión por la carne, Arciniega liderará la cocina para ofrecer los platos emblemáticos que le han permitido a la marca cosechar los reconocimientos que ostenta en la actualidad, como el Steak Tartare, el Risotto de tuétano, la Carne dry aged cocida directo a las brasas y su reconocida hamburguesa.
El establecimiento en Bogotá se ubicará en un amplio espacio de más de 1800 metros cuadrados, diseñado para brindar diversas experiencias a sus visitantes. Esta sede estará situada en la carrera 13 #75-33 en una histórica casa de conservación arquitectónica construida en 1947 por Nemesio Camacho ubicada una figura destacada de la ciudad, recordada por donar los terrenos donde hoy se ubica el estadio que lleva su nombre. La casa también fue hogar del célebre artista Alejandro Cabo, añadiendo un toque de historia y cultura al entorno del restaurante.
En
el primer piso, los comensales podrán encontrar dos zonas de comedores, con
capacidad para 54 personas entre ambos espacios, una cava de vinos y una zona
de maduración de carnes y de exhibición con los cárnicos ofrecidos por la marca
para consumo en casa. Adicionalmente, en la primera planta se ubicará un bar
con una extensa gama de bebidas de autor, y una terraza perfecta para comidas
al aire libre, que además de ofrecer una zona verde, ofrecerá a los comensales
una zona pet friendly hasta las seis de la tarde.
El segundo piso albergará un salón de eventos ideal para celebraciones privadas y corporativas, además de una serie de espacios privados, con capacidad para 15 personas, diseñados para brindar un entorno más íntimo, adecuado para cenas y reuniones especiales. Cada uno de los espacios ofrecidos por Osso en Bogotá brindará diferentes ambientes que fomentará en los comensales la creación de una amplia gama de experiencias en las que el sabor será el principal protagonista.
Además de su oferta gastronómica, Osso Bogotá integrará música en vivo los jueves, viernes y sábados, cocciones al aire libre durante los fines de semana y activaciones para niños, creando así una experiencia completa y atractiva para toda la familia. Para enriquecer aún más la propuesta, se llevarán a cabo tomas de cocina, una iniciativa en la que varios chefs destacados de la Colombia y la región colaborarán en Osso. Estas sesiones permitirán a los comensales disfrutar de una fusión de estilos y sabores, y ofrecerán una plataforma para que los talentos locales trabajen con la visión innovadora de la marca. Cada toma de cocina será una oportunidad para explorar nuevas fronteras culinarias y celebrar la diversidad gastronómica de Bogotá.
Renzo
Garibaldi, chef y fundador de Osso, expresó su entusiasmo por la apertura en
Bogotá. “Bogotá es una ciudad que ha capturado nuestra atención por su
dinámica y creciente escena gastronómica. En los últimos años, hemos observado
cómo se ha convertido en un epicentro culinario en la región, con una oferta
diversa que atrae tanto a locales como a visitantes internacionales. La
apertura de Osso en Bogotá no solo nos permite llevar nuestra especialidad en
carnes a un nuevo público, sino también formar parte de una comunidad vibrante
que valora la innovación y la calidad en la cocina”, comentó.
Osso: una visión culinaria que desafió las expectativas y redefinió la experiencia de la carne en Perú
El nacimiento de Osso se remonta al año 2010, cuando Renzo Garibaldi, durante un viaje a San Francisco, encontró su verdadera vocación. Fue en un curso de carnicería con el maestro Ryan Farr que Garibaldi se enamoró de la cocina y del arte de trabajar la carne. Esta experiencia le inspiró a profundizar en un estilo de carnicería artesanal y sostenible, llevándolo a pasar tres años formándose intensamente en Estados Unidos y Francia. Durante este tiempo, trabajó en productoras de cárnicos donde adquirió conocimientos fundamentales que hoy son la base de su enfoque culinario.
Con su regreso a Perú en 2013, Garibaldi enfrentó un gran desafío: introducir un concepto de carnicería y restaurante en un país donde la demanda de carnes no era especialmente alta. Sin embargo, su pasión y compromiso con la calidad lo llevaron a tomar el riesgo y fundar Osso. Su propuesta combinaba técnicas de carnicería tradicional con métodos modernos de preparación, ofreciendo a los peruanos una experiencia gastronómica única centrada en la carne de alta calidad.
El éxito de Osso puede atribuirse, en parte, al compromiso de Garibaldi con la filosofía "Slow Food", que promueve una gastronomía que valora tanto el placer como la conciencia sobre la procedencia y la preparación de los alimentos. Bajo esta filosofía, cada plato servido en Osso no solo destaca por su sabor, también por su respeto a los principios de sostenibilidad y tradición.
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