«Sucedió la noche del jueves 4 de noviembre de 1993, tras pitar un partido
entre el Deportivo Pereira y el Atlético Nacional, en el estadio Hernán Ramírez
Villegas, de Pereira. Esa mañana, durante un descanso entre clases en el
colegio de Armenia donde yo trabajaba, un hombre se me acercó a ofrecerme diez
millones de pesos para favorecer al Pereira. No era la primera vez que me
proponían esa clase de arreglos, así que, simplemente, lo ignoré, como siempre,
y decidí más bien concentrarme en lo único que me interesaba: pitar bien».
Así comienza la historia de Fernando Paneso: un hombre que se le midió a ser árbitro en un momento en que el fútbol estaba permeado por el narcotráfico y cuando, sin ningún pudor, los dirigentes ofrecían sobornos para favorecer a sus equipos. Aquí se narra el fútbol visto desde donde pocas veces se ve: desde ese personaje que siempre es silbado por el público cuando sale a la cancha y que debe padecer situaciones que pocas veces salen a la luz pública. Aquí, Paneso relata su experiencia y comparte sus secretos mejor guardados sobre pitar en medio de mafias que buscaron corromperlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario