Con la gastronomía como uno de los elementos centrales de la historia, “Nada”, la nueva comedia dramática exclusiva de Star+ que ya se encuentra disponible en el servicio de streaming, invita a la audiencia a sentarse a la mesa y disfrutar. En la trama, el personaje central es un filoso crítico gastronómico llamado Manuel Tamayo Prats (Luis Brandoni), cuya vida está guiada por el placer del buen comer. Ya sea dictando el paso a paso de la preparación de su propia versión del lomo Clark’s, degustando el bife perfecto en un bodegón de barrio o brindando una clase magistral sobre facturas argentinas, la pasión de Manuel por la buena comida queda desplegada en exquisitas escenas a lo largo de los cinco episodios que componen la serie.
LA ARGENTINIDAD EN EL PALADAR
El amplio universo gastronómico de “Nada” presenta platos para todos los gustos, incluyendo “el mejor pancho de Buenos Aires”. Sin embargo, en gran parte está fuertemente marcado por la identidad cultural argentina expresada en la comida. A lo largo de la historia, entre otros momentos memorables, Manuel describe en una incómoda entrevista radial a la comida de su país: “Lo que más me deslumbra es la desfachatez de la cocina argentina. Solo así podrían explicarse híbridos monstruosos y geniales como el tuco pesto que aquí nos encanta. Tenemos sorrentinos que no son de Sorrento, milanesas napolitanas que no son de Milán ni de Nápoles, y eso es genial”.
En el último episodio, Manuel recibe en Buenos Aires a su gran amigo neoyorquino Vincent Parisi (Robert De Niro, artista especial invitado en el último episodio) y lo embarca en un tour gastronómico único. El recorrido empieza en su casa, con una descripción detallada de cinco “facturas” (su origen proviene del latín de la palabra “facere”, que significa “hacer”, y es el nombre genérico con el cual se denomina en Argentina a una variedad de productos de panadería) nacionales icónicas: la medialuna, el vigilante, el cañoncito de dulce de leche, el churro y la bola de fraile. En la clase, Vicent no es el único alumno. Antonia (Majo Cabrera), quien se encarga de las tareas domésticas en casa de Manuel, también escucha atentamente, contrarrestando el dulce de las facturas con un rico “matecito”.
El cierre de esa jornada llega con un plato auténticamente paraguayo, cortesía de Antonia. Manuel y Vincent prueban el pira caldo, una sopa hecha con pescado que forma parte de la gastronomía tradicional de Paraguay y representa, junto con el Jukysy, el intercambio cultural entre Manuel y Antonia a través de la comida.
LA MILANESA PERFECTA
Para Manuel, el buen comer casero es el resultado de la cuidadosa selección de los mejores ingredientes y de una preparación que no pasa por alto ningún detalle. La serie, entonces, se toma su tiempo para mostrar a Manuel en el rol de maestro, disfrutando de digitar minuciosamente la ejecución de sus platos preferidos en manos de quienes trabajan con él. Un gran momento entre alumna y maestro sucede cuando Manuel le enseña a la joven Antonia todos los trucos para preparar la milanesa perfecta (siempre con lomo, nunca con peceto), desde el estratégico corte longitudinal de la carne hasta el doble apanado obligado.
EL RITUAL DE LA BUENA MESA
El placer del buen comer también incluye el disfrute de una buena mesa, y en eso Manuel también es un experto. En la historia se destacan dos momentos en los que este ritual es protagonista. Por un lado, Manuel invita a su casa a un trío de amigos que degusta su lomo Clark’s. El ritual de la cena, desde la preparación en la cocina hasta la sobremesa, se despliega en pantalla con detalle y deleite. En otra oportunidad, Manuel asiste a una comida junto a los cinco integrantes del Círculo Epicureísta, donde la buena mesa nuevamente es protagonista. En palabras de uno de los miembros, se trata de encuentros donde “se come y después se critica”. ¿El menú? Remolachas a la sal, granola de Indias y cilantro; paté de foie, papines de los Andes y confitura de membrillo y lavanda; vacío de wagyu al quebracho, hongos ybéarnaisede chimichurri; cremoso de chocolate blanco, olivas negras de San Juan y peras con almíbar de manzanilla.
UN DREAM TEAM DE EXPERTOS
Para dar vida al universo gastronómico de “Nada”, la producción convocó a un auténtico dream team de expertos para asumir el rol de asesores culinarios. Así, la serie se valió del expertise de los destacados chefs argentinos Narda Lepes y Francis Mallmann,y del periodista especializado en gastronomía Federico Oldenburg. Con sus aportes, el Buenos Aires foodie en el que habita Manuel es simplemente exquisito, y estamos todos invitados a ser parte de él.
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