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martes, 18 de febrero de 2020

LA ISLA DE LA FANTASIA

"La Isla de la Fantasía" llega a los cines colombianos muy pronto. 


Todos tenemos nuestras fantasías. Quizá nos imaginamos a nosotros mismos en una hermosa isla tropical en la que todo es posible. O tal vez imaginamos la oportunidad de vivir una vida que nunca pudimos experimentar. O quizá enderezar algo de nuestro pasado que nos provoca remordimiento. O puede que se trate de algo más oscuro… algo que jamás pondríamos en marcha en la vida real, pero que no podemos evitar imaginar como una acción realizable.

Ten cuidado con lo que deseas. En La Isla de la Fantasía cualquier fantasía puede materializarse… pero las fantasías tienen un precio.

En el corazón de la historia encontraremos al enigmático Señor Roarke, el anfitrión de traje blanco de una isla en la que las fantasías cobran vida. Ha dado la bienvenida a los invitados de la isla, todos y cada uno de ellos con fantasías harto distintivas, a fin de que se adentren en un territorio que les permitirá vivir sus sueños, pero asimismo con una promesa y una advertencia: los resultados podrían no ser los esperados.

“Ésta es la máxima película sobre la realización de los deseos”, comenta el productor Jason Blum, cuyo sello, Blumhouse, ha brindado a los fanáticos del horror algunas de las películas más relevantes del género. “La sola noción de poder viajar a un lugar mágico, en el que todas tus fantasías pueden tornarse verdaderas – y en el que las cosas salen muy, muy mal – constituye una buena receta para un thriller”.

Para Blum, la cinta encaja perfectamente en el corpus de Blumhouse. “La razón por la que esta cinta es una película Blumhouse es que nosotros hacemos lo posible por centrarnos en los personajes y el drama de la historia- todo lo que da miedo es consustancial a la narrativa y los arcos dramáticos de los personajes. Cuando los fanáticos vean esta cinta atestiguarán una situación que – salvo por la isla en donde los deseos se materializan- mantiene los pies en la tierra, con una gran dosis de realidad. Y gracias a esto, la cinta resulta mucho más escalifriante”.

El proyecto cobró vida cuando el productor Marc Toberoff compró los derechos a Gene Levitt, el creador de la icónica serie televisiva, estableciendo así una película potencial en Columbia, a través de la frase, “ten cuidado con lo que deseas”. Más tarde, el coescritor / director /productor Jeff Wadlow, quien ya había capitaneado otro éxito de Blumhouse, Truth or Dare, le señaló a Blum que tenía una idea para un thriller sobrenatural basado en ‘La Isla de la Fantasía’. “La idea de Jeff me pareció muy emocionante”, explica Blum. “Me encanta trabajar con franquicias ya existentes a fin de reinventarlas, y en todo esto detecté una gran oportunidad para realizar algo así, precisamente”.
 


A nadie debe sorprenderle que esto haya supuesto una gran idea. La serie televisiva original, creada por Gene Levitt y protagonizada por Ricardo Montalbán como el Señor Roarke, transmitió a lo largo de siete temporadas y se volvió icónica, penetrando en la cultura a tal grado que incluso el público que nunca vio los programas tiene una vaga noción de la premisa. Por ello, Blum creyó sin asomo de duda en la idea de Wadlow- y si vas a realizar un proyecto inspirado en “La Isla de la Fantasía”, ¿por qué no investigar si es posible trabajar utilizando las fuentes originales? El productor buscó al detentor de los derechos, Sony Pictures, para averiguar si algo así podía llevarse a cabo. “Un mes después de mencionarlo, Jason me llamó y dijo, ‘¿Así que te gusta La Isla de la Fantasía?’ ‘Claro, ¿a quién no?’ Y me preguntó, ‘¿Deseas hacer una versión cinematográfica del programa?’ ‘¿Es posible?’ ‘Claro, tengo los derechos’. Le respondí, ‘¡Demonios, sí!’ Y así salimos disparados por la puerta principal.

Wadlow comenta que la idea le vino naturalmente porque los temas estuvieron presentes desde siempre en el material mismo. “Me fascinaba el realismo mágico y oscuro del programa original”, dice. “Lidiaba con emociones verdaderas, con personajes auténticos, pero manifestándolos con una especie de surrealismo hasta cierto punto filoso, ligeramente mordaz. Al parecer, los personajes acogían la noción de la realización de deseos a un precio terrible, y los creadores presentaban este hecho de manera singular cada semana”.

Para Wadlow, la posibilidad de que el público más joven no se sienta familiarizado con el programa original constituyó parte de su atractivo. “En mi opinión, ésta es justo la clase de franquicia que debemos realizar”, dice. “Si posees una gran franquicia que no ocupa un gran espacio en la conciencia popular del presente, el momento es propicio para reintroducirla con una nuevo giro, para así atraer a los fans que la recuerdan sin por ello dejar de ofrecerla a toda una nueva generación que quizás no la conozca”.

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